martes, 23 de octubre de 2007

No nos llame...


... nosotros lo llamaremos. ¿Les suena conocida esta frase? Seguro que sí, es más, debe tener tantos años como los que conforman la llamada Edad Contemporánea de la humanidad, y es la que supuse escucharía en algun momento no muy lejano... después de todo es la frase favorita de los empleadores que quieren deshacerse de los desesperadas aplicantes que pugnan por una vacante en una empresa, pero que "no reúnen el perfil requerido" (esa es otra de sus frases...) y tal vez, en esta nueva e intrincada aventura de buscar y buscar por entre la maleza del empleo en Lima Perú, no escaparía de ella...

...pero bueno, era domingo y en ese momento, no tenía de qué preocuparme... o más bien, no quería.... y dejé que la modorra del sueño -que era como uno de esos amigos insistentes que no te dejan irte de la fiesta- me atrapara... ¿qué hora sería? no me importa... solo quería seguir disfrutando de mi camita, toda ancha y mullida....

Sin embargo era domingo, y como todos los domingos, especialmente en la vida de un desempleado, por ley, hay que ir a buscar el diario, para, plumón, o lapicero en mano, buscar alguna oportunidad para salvar mi, cada vez más destartalada vida financiera, en la sección de los Empleos.

Tal vez esas páginas rellenas de letritas y letritas, que conforman esta sección me hicieran olvidar un poco cuán desarreglada se pone la vida de uno, cuando algo, se sale de control, o mejor dicho, cuando una de las tuercas que conforman la armazón de tu existencia, se afloja y se cae. Todas las demás, como por aviso, comienzan a desmoronarse también. Y ante nuestros ojos, todos esos andamios, gruesos y delgados, rectos y curvilíneos que tanto nos ha costado construir, se vienen abajo, como un castillo de naipes.

Pero lo peor de todo es cuando uno mismo contribuye a la destrucción de todo. Sí, uno mismo. Porque cuando todo se sale de control, se pierde el sentido del equilibrio y todo comienza a hacerse mal... pero ya no por azar del destino, sino con nuestra propia mano....

Y eso fue lo que pasó el sábado. Lo arruiné todo. Lo eché por la borda e hice que mi novio se fuera. Diablos ! y la estabamos pasando tan bien ... por qué tuve que arruinarlo todo con esos veinte vasos de cerveza que me tomaba, uno tras otro, , de a sorbos primero y luego cada vez más rápido... como si fuera la última vez, la última fiesta del año, la última bebida de toda mi vida.... y el pobre había soportado todos estos días míos de tensión con una paciencia a prueba de balas. Era su contribución a mi desgracia. Resbalaron y cayeron de los umbrales de mis oídos sus frases de apoyo y comprensión. No nocesitaba palabras, necesitaba trabajo, trabajo maldita sea, ¿¿por qué me sacaron, por qué a mí, si era eficiente, hice todo lo que me pidieron? por qué, por qué... y tú con tus palabras de aliento... palabras... de qué me sirven tus estúpidas palabras??

Entonces el pobre bajaba la cabeza. Y lo hacía lenta y dolorosamente. Y yo terminaba avergonzada de mí misma, sintiéndome una basura. Y pidiéndole perdón luego, la tarde pasaba viéndonos abrazados, sollozando cara con cara apoyados el uno en el otro... pero todo tiene su límite y él también lo tuvo, y yo y mis cosas, y mi fatalismo... y veinte vasos de cerveza, un par de bofetadas en la calle, insultos, arrastrones del brazo... lo empujé todo al abismo...
y luego el adiós vino vomo un intenso dolor sobre otro...

No lo pude retener. ¿Cómo podría? ¿con qué cara? lo vi alejarse esa madrugada en la puerta de la discoteca sabiendo que ni mis lágrimas ni nada podrían cambiarme ni cambiar nada y sentía que el pecho me estallaba en mil pedazos y pasaba nuesta vida juntos en un segundo.... Y ahora, mi único consuelo es el diario del domingo, mi cama, una resaca del demonio... y una estúpida llamada para mí... ¿quién sería?


Oh Dios mío, alguien me llama para una entrevista de trabajo. Mañana miércoles a las 10 am.

Mmmm ¿me irá bien esta vez? ¿escucharé la consabida frase con que titulo este capítulo de mi vida? Mi dolor de cabeza es tan intenso...

Pero bueno el próximo post ya les cuento cómo me fue con esta nueva chance... y con todo lo demás...

3 comentarios:

Luis dijo...

vaya que te irritaste al toque, no pueder desequilibrarte, maneja tu paciencia, a veces las cosas que suceden y todo se tiene abajo.. pero ponle fuerza

miribarne dijo...

:( si eso es lo q debo hacer.. lección aprendida

Oscar C. OKIPERU ® dijo...

Pobre hombre... de allí dicen que somos nosotros los insensibles.
Qué otra forma tenía el "angelito" para consolarte????... A veces no nos queda mas remedio que quedarnos al lado y poner cara de tontos. Aprovechense... mientras puedan...
Saludos.
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