lunes, 21 de enero de 2008
Hi5 II: todo sea en nombre de la diversión
Estaba harta realmente. Y a esto si le suman la soledad cada vez más apabullante que asfixiaba casi tanto como el calor del verano. Todo el mundo estaba afuera, divirtiéndose, sintiéndose acompañado y yo, nuevamente sola. Tan solo en las fiestas pude disfrutar de un espejismo. Pero ahora todo regresaba a ser lo mismo. Y no estaba dispuesta a permitirlo. Hi5 vendría en mi ayuda.
Paso número uno. Proyecto: Perversión 2008. Crear una cuenta pervertida. Un nombre - anzuelo como "niña_perversa" o "insaciable2008" Luego llenar el espacio con fotos sugerentes. Por ejemplo un close up de mi trasero cubierto apenas por una insultante descarada y atrevida minifalda de cuero, otro con escotadísimos BBD donde se apachurrarían los pechos uno contra formando un bolsillo donde entraría un portadocumentos.
Cuánto habría que esperar? uan hora? dos? en media hora ya tenía 50 visitas. Bingo ! "te quiero conocer" mi correo es XX@xxx.com, agrégame" ,"cuándo nos vemos?¨ "mamacita, estás como para rociarte cerveza y beberte todita, mi MSN es....." etc. etc.
Paso número dos: escoger. Hay de todo y para todos los gustos, pero esta vez no seré buena pobre sino despiadadamente selectiva. Nada de enanos ni subidos de peso ni cuatro - ojos ni viejos, ni nerds, sino altos entallados, atléticos, jóvenes, viriles y provocativos.... ahi pasaban las fotos de la fauna ansiosa y exitada los diferentes biotipos masculinos frente a mis ojos pervertidos. Ora sentados a lo vaquero, ora de rodillas en la cama, ora de brazos cruzados tras la nuca exibiendo, mostrando, vendiéndose maliciosamente. Era el imperio de los sentidos, era el imperio cibernético del sírvete lo que te ofrezco. Quién da más? quién da mas?....
(continuará)
viernes, 18 de enero de 2008
Hi5
Un día no tal lejano, alguien me dijo que el Internet es como el arbol del bien y del mal. Tiene manzanas a las que, si le damos una mordida, pueden servirnos para bien y hacer nuestra vida más fácil y placentera o volvernos miserables e impíos. Y nosotros, como Adán estamos frente a este frondoso ser vegetal que ahora no deja caer hojas ni tiene voluminosas manzanas colgando, sino cables, teclas, cámaras de video y una luminosa pantalla que frente a nosotros nos mira iluminada y provocadoramente.
Pensando en esto una vez más frente a mi computador y la puerta virtual por donde veo el mundo pasar pensé en una jugosa y regordete manzanita que hace tiempo me guiña el ojo, y ustedes que bien la conocen también. Hi5, ese portal en donde expones tus éxitos y miserias, con foto y videos incluida y la esparces entre tus amigos y los amigos de tus amigos, para ampliar la comuinidad de desnudismo virtual. Necesito un aliciente, un distractivo, algo que me haga feliz por un instante. La soledad me lastima. Me lastima y me lastima cada vez más. Y no hablo de la carestía laboral. He perdido muchas cosas desde que perdí mi empleo y sólo me veo a mí misma en este espejo virtual mientras el mundo camina, corre y se regocija.
La mañana se pasa, luego la tarde y finalmente cuando cae la noche sólo la computadora y yo nos quedamos mirando frente a frente como presas de un romance sin final. ¿Y si esto es así, por qué no sacarle provecho?
Hi5 es la solución. Navegar por entre tu perfil y luego el de tus amigos y luego el de los amigos de tus amigos. Carne fresca que se muestra al mundo, carne de manzana fresca y jugosa. ¿Por qué no probar un bocado? Hoy es viernes y el mundo gira sin parar, yo enterrada en mi silla y la manzana luminosa y de alta resolución me muestra rostros frescos, cuerpos bien moldeados...
Algo perverso se me está ocurriendo… ya se los contaré…
jueves, 17 de enero de 2008
Año nuevo
La última vez que me acerqué a esta mi esquina solitaria, mi muro (cibernético) de los lamentos, les contaba sobre mi vergonzosa desventura en una fuesta en la cual, hablé demás delante del chico que me gustaba... todo finalmente se acabó esa noche. No volví a saber de Matías (el teléfono que conseguí de la amiga de la amiga de la amiga del susodicho nunca me contestó), aún no hay suerte con la escurridiza chamba...
...por cierto, tuve una entrevista de trabajo al día siguiente ...
¿Quieren saber cómo me fue en ella? Bueno, obviamente por lo comentado límeas arriba (que aún no hay suerte con la chamba), se imaginarán el resultado, pero lo jocoso de esta historia es que busqué una profesión alternativa a la de periodista, dadas mis habilidades con el inglés. Tuve la buena idea de invertir mis moneditas en un instituto hace unos años y pues tengo mi cartoncito de egresada, experta en ese idioma, etc.
De tanto buscar en una conocida página web de empleos, di con una oferta de chamba. Necesitaban una traductora para una empresa que quería invertir en comunicaciones. Envié presurosa mi currículum de traductora (han de saber que tengo cinco resúmenes que van acorde con la profesión a la que postulo: periodista, traductora, correctora de textos y estilo, etc etc) y esa misma tarde me llamaron. Acordamos que los vería al día siguiente.
Era una casa grande, de esas que aún queda en el distrito de Miraflores y que hoy en día sus dueños, o bien la alquilan para negocios u oficinas, o bien la venden a las constructoras de condominios y departamentos.
Una secretaria me hizo subir al segundo piso. Sin duda, estaba nerviosa, hace mucho que no practico mi inglés hablado así que esperaba que el entrevistador fuera alguien que, como yo tenga el inglés como segunda o tercera lengua de uso. Pero mi sorpresa fue grande cuando tuve ante mí a un hombre de rasgos orientales sentado frente a un escritorio. Un hombre que, ni bien empezó a hablarme lo hozo de una forma ininteligible; y fue terrible: era un ciudadano chino que hablaba el inglés a lo chino, es decir, con su acento oriental terriblemente marcado.
De todo lo que me dijo, lo que entendí fue apenas un 30 por ciento, qué desesperación, el chino me hacía preguntas y preguntas y era obvio que yo estaba más perdida que huevo en ceviche. Al final, el chino esbozó una sonrisa apacible y cuasi piadosa y me dijo que lo iba a pensar (si llamarme o no). Al salir casi lo hice con alivio aún cuando enfrentaba una derrota más. Estaba sudando de la cabeza a los pies...
La búsqueda no cesó luego de ese día. Y no cesa, pero pasaron las alegrías de las Fiestas como una alegre banda de marchas con todo su esplendor y me dejé llevar por su animación, su bullicio y su alegría. Viandas y viandas pasaron frente a mis ojos, choque de vasos, serpentinas, fuegos artificiales, abrazos y besos. Y entonces volvía vivir las antiguas emociones que me convertían en el ser más feliz del universo, muchos años ha, cuando era un retoño.
Un nuevo año sigue en marcha y yo sigo también, sin perder la fe, aunque a veces me tropiece y empiece a lamentarme. Agredezco a todoa y cada uno de ustede quienes me han seguido con sus mensajes de aliento.
Prometo volver pronto para contarles más.
martes, 20 de noviembre de 2007
Matías (parte II)
Mi incesante búsqueda de empleo y uno que otro problema que tuve que resolver, ocasionó en mí estas últimas semanas, un estado de agotamiento terrible, que me alejó por un momento de las pantallas de las computadoras. Y de eso hay mucho que contar; ya lo haré más adelante.
Pero ahora, una vez recobradas las energías y el optimismo, vuelvo a la carga para narrarles los vericuetos de mi exiliada vida laboral, terminando con esta historia, la cual prosigo, a continuación.
...Mi lengua larga me iba a dejar en el más completo de los ridículos y alejar definitivamente de Matías, mi nueva conquista, que en el Día de la Canción Criolla, había aparecido; y que por cierto, ya no estaba entre los curiosos que me rodeaban, sino más bien una figura conocida desde hace cinco años, que, cruzada de brazos, miraba fijamente desde la puerta de la casa: mi ex novio. Oh Dios mío, ¿desde qué hora estaría allí? ¿habría sido testigo de todo lo que había pasado? A decir por la cara que tenía, sí. De pronto, se dio media vuelta, y se fue.
Me vi obligada a irme yo también. Era un desastre, todo había salido mal y por mi culpa. No había nadie más a quién reclamar, perdí soga, cabra, monte y todo lo que pudiese perderse ese día. Qué fatal, mis artimañas de conquista apestaban, seguía sin conseguir trabajo, y si alguna vez se me ocurrió que algún día, mi ex iba a volver por mí, pues con lo que paso esa noche, sin duda iba a ser una esperanza vana.
La noche estaba helada, y mientras me alejaba de la casa, aún podía alcanzar a oir la música que habían vuelto a poner en la fiesta. De pronto, mi celular empezó a timbrar.
En menos de un segundo me hice miles de preguntas y respuestas: ¿quién podría ser a esa hora? ya eran como la una de la mañana, ¿sería mi ex? . No, la cara que me puso era peor que un insulto ¿Matías tal vez quien realmente no se había marchado, sino ido a una tienda por cigarros? ¿en qué momento desapareció de la fiesta? pero no, no le di mi número, ¿mis amigas tal vez? ellas se quedaron en la fiesta... desgraciadas...
miré la pantalla de mi teléfono, era mi abuela.
-"Mari, ¿vas a quedarte a dormir con tus amigas o regresas a la casa?"
-Regreso- conteste no sin cierto extrañamiento.
-Qué bueno, te han llamado de una empresa, quieren que vayas a una entrevista mañana a las 8:30 am, será mejor que te aparezcas.
Oh Dios mío, gracias, me pones otra lucecita al final de mi red de túneles !!. Estiré la mano por un taxi y me fui volando hacia mi casa. Mañana tenía que ser un gran día. Miré la avenida y sus casas cuyas puertas lucían herméticamente cerradas, los postes de luz firmes echando sus sombras blancas, ni un alma , todo tranquilo y solitario.. no, esperen, ahí venía alguien... no podía ser !! ¿¿Matías?? ¡¡¡era Matías !! venía en sentido contrario, con otro amigo, con una caja de cerveza. Había salido a comprar !! me muerooooooo !!!
viernes, 2 de noviembre de 2007
Matías (parte I)
Pero no me atreví, soy a la antigua. Prefiero esperar a que me aborden antes de que yo salte como un león hacia mi presa. Y esa presa por cierto estaba buenaza... cabello castaño lacio, cayéndole suavemente por un lado, ojos oscuros, grandes y penetrantes, alto y atlético...
"y tiene un hermoso trasero, habrá que ver la delantera..." Erika ya había dictado sentencia y el resto de mi grupo reía complacida y me daba palmadas en la espalda.
Bah, pero ¿qué tenía que perder si me acercaba a él? estaba sola, disponible, además bien arreglada, con una blusita celeste sensual de escote a medio pronunciar y un jean apretadito. Incluso me había maquillado cuando no suelo hacerlo. Mi apariencia no era tan obvia como para que la gente al verme leyera "busco un hombre desesperadamente aquí y ahora", pero tampoco como para que dijera "aléjense de mí, bassssuras, desde ahora me declaro lesbiana" .Y la gente, al verme, levantaba el pulgar hacia arriba como los emperadores romanos. Además estaba claro, él me miraba a mí y todos lo habían notado, tal vez todo el mundo en la fiesta.
Mientras pensaba esto, miraba mi vaso de cerveza y pensaba qué podía estar mal ahora, hay que tomar lo que uno quiere y casi de obligado si se está como yo en una sequía sentimental y fisiológica, hace más de una semana. Adiós remordimientos, estoy soltera de nuevo. Recuerda María, lo prometiste, la consigna es divertirse sin parar.
De pronto, levanté la mirada y mis amigas habían desaparecido. Matías estaba frente a mí.
Hablamos mucho. Se presentó, me presenté, luego las preguntas de rigor: "¿dónde vives?", "en Lima", "¿en qué trabajas?", "¡¿¿qué dices?? sorry la música está muy fuerte!!" "!¡¿Que en qué trabajas??
¡Ouch! la pregunta que no quería oir, peor aún, me salió con que era ingeniero y trabajaba como consultor de seguridad en una planta minera transnacional... ¡diablos! todo un ganador, ¿y yo? ¿quien soy yo?"
¡¡Soy periodista, trabajo en el diario XXX!!"
"¡¡¡¿¿Periodista, y en ese diario??, qué bien, es uno de los más importantes!!
Sonreí triunfal, casi tanto como si lo dicho fuese cierto, ya me veía yo entrando al enorme y antiguo local de ese diario, de portón, columnas y una enorme cúpula, flanqueada por mi fotógrafo y el asistente, lapiz y cuaderno en mano, en pos de la noticia...
De pronto ya nada podía detenerme, ahora era periodista-jefa de redacción, tenía treinta personas a mi cargo a quienes reunía todos los lunes en la mañana en mi enorme oficina del tercer piso desde donde podía contemplar los edificios y casonas del Cercado de Lima en su agitar diario. Y por supuesto, que me pagaban muy bien. Ah y no faltaban por supuesto las comisiones periodísticas que realicé hace un par de semanas en París y Madrid...
... no sé si fue mi respuesta, o el hecho de estar cada vez más cerca a causa de que no nos oíamos, la cosa es que empecé a sentir calor, me había sonrojado. Demonios ! sonrojarme a estas alturas, y como una quinceañera... pero estaba contenta, el efecto causado en mi hombre ya se notaba bien: se mostraba asombrado y complacido, aunque algo no le había quedado claro:
"¡¡¿¿comisiones en dónde??!!"
Suspiré un poco, era tedioso estar gritando todo y encima más de una vez. Pero eso lo ponía cada vez más cerca, ya casi sentía su aliento. Tomé aire de nuevo.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡Que estuve en Paris y Madrid, HACE DOS SEMANAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Un silencio brutal se apoderó de la sala: la música había terminado justo cuando le mentía a todo pulmón a mi nuevo amigo. ¡Qué vergüenza!Pero eso no fue lo peor, una vocecilla salió de algún rincón de la sala para rematarme de un tiro
"¿Que te fuiste a París, Madid?"
Y otra más
"¿dos semanas?"
y otra
"pero cómo no nos lo contaste antes..."
Ahora unas diez personas nos rodeaban y me llenaban de preguntas, de reclamos y de más preguntas. Y estas eran cada vez más incisivas, tanto que yo misma iba retrocediendo poco a poco tratando de defenderme. El semblante de Matías comenzaba a pasar del asombro feliz a la alegría discreta y comedida, y ya veía mi cadáver en el paredón retorciéndose a causa de las miles de balas-preguntas. Pero tenía que defenderme. Que viajé a Europa en una comisión secreta y por eso no se los conté. Que hace un par de semanas creíste verme y hablar conmigo, pero no era yo. Que uso seudónimo en vez de mi nombre real por una cuestión de seguridad.
"Sí pero, ¿de ese diario no que te habían...?"
"¡NO!"
Estaba sudando, y el grito que di hizo retroceder a todos los que me hostigaban ya. En ese momento me sentía en medio de un charco de sudor y desconsolada. Desesperada también. Mi lengua larga me iba a dejar en el más completo de los ridículos y alejar definitivamente de mi nueva conquista, que por cierto, ya no estaba entre los curiosos que me rodeaban.
Necesitaba hacer algo, y ya. Pero de pronto...
miércoles, 31 de octubre de 2007
A mal tiempo...
Dicen que hay que ver siempre el lado bueno de las cosas, se viva el momento en que se viva. Y aquí desde mi esquina, me he propuesto hacer lo mismo. Porque, aunque no lo crean, ha llegado el momento del hartazgo en mi vida. Todo lo que hago es quejarme, deprimirme. preocuparme, gastar y gastar papel higiénico en lágrimas de cocodrilo, andar como una momia con mis harapos de dormir, mis cabellos revueltos y mis legañas, desde mi cama a mi escritorio e ingresar a mi habitación virtual, que, por cierto se está conviertiendo en la esquina de los lamentos... he repasado lo que he escrito, y observo que he hecho con mi blog algo semejante a pintar una habitación de negro y decorarla con telarañas, escobas de bruja y cuerdas de ahorcado. No más.
Hmmm no sé por qué pero ahora, todo me está pareciendo alegre. ¿será por el sol que afuera brilla espléndidamente? ¿será porque hoy es un día de fiesta y jolgorio? es el Día de la Canción Criolla en el Perú, el día en que desempolvamos nuestros vinilos , CDs y cassetes que traen los suspiros, lamentos y alegrías de nuestros más destacados artistas nacionales, muchos de ellos, eximios guitarristas y compositores de renombre internacional... y ya todo el mundo se pregunta, ¿qué planes para esta noche? qué Halloween ni que ocho cuartos!... toma mientras! no hay primera sin segunda! que viva la resbalosa! que salgan todas las parejas a bailar...
Sí, a mal tiempo buena cara, porque hasta el dolor nos puede dar lecciones de vida. Y no es que con eso pretendamos de modo masoquista buscar al dolor para hacernos de un buen maestro pero, si las circunstancias nos enfrentan al sufrimiento, a la desgracia o a dar un mal paso, hay que sacarle ventaja, ver qué podemos aprender de eso, y seguir.
Además, ¿de qué me quejo tanto? no tengo hijos que mantener, no tengo deudas, vivo con mi abuela, la mujer de mi vida, quien me espera todas las mañanas con una taza de leche caliente y un bizcocho y me acompaña en las tardes leyendo alguna revista, mientras navego por la web buscando trabajo. Es lo más gratificante y reconfortante que me ha sucedido en esta parte de mi vida, una oportunidad brillante como el sol, que aprovecho ahora que mi desempleo me permite tener tiempo libre: estar con ella todo lo que puedo, disfrutar al máximo de su entrañable compañía, escribir mientras, de rato en rato, me doy vuelta y observo su silueta que tiene -y siempre ha tenido- algo de señorial, destacándose con la luz junto a la ventana donde se sienta luego de almorzar, para hojear un libro, para coser alguna prenda, o para comentarme algo nuevo que ha oídio en la radio sobre una medicina natural que es buena para los ojos, el estómago o el corazón; sobre un comentario que hizo el sacerdote en la última misa a la que asistió; o sobre algo que oyó de una vecina mientras iba al mercado.
¿Cómo no lo había visto antes?. Solo pensando en mis cosas, no me di cuenta de la valiosísima oportunidad que Dios ponía ante mis ojos...
Así que, nada de quejas, nada de lamentos, al menos por hoy. Es mi meta del día. Que no tengo trabajo?¡pues piña! ¡ellos se lo pierden! ¿que mi novio no me contesta el teléfono? pues piña por él. Además que me ahorro llamadas, ¡que se lo pierda ! esta tarde la pasaré con mi abuela, haré algunos planes y me divertiré de lo lindo en la noche. ¡Que viva la canción Criolla, que viva la vida!
¡ toma mientras!
sábado, 27 de octubre de 2007
Mi entrevista de trabajo
Fuerza, paciencia, ánimo, optimismo, resistir, resistir.... estoy pensando en todas las palabras mágicas que oigo de mis amigos y que he leído en los comentarios de esta página que me he atrevido a colocar en la Web.
Palabras mágicas y llenas de esperanza, fuertes y brillantes como el sol que salió el miércoles, desde muy temprano y que parecía ser un buen augurio: era mi entrevista de trabajo.
Y ya lo tenía todo listo: la ropa que me pondría, -ustedes saben, la primera impresión es la más importante (y decisiva a veces)-, mi currículo, impecablemente elaborado, incluso con foto, la foto de una periodista cuya sonrisa triunfante y despreocupada distaba mucho de las clásicas fotos para documentos oficiales.
Me baño, me alisto, me arreglo, un vaso de jugo y salgo volando en un santiamén, no sin antes pasar mi mano por la estampita de San Judas Tadeo, el santo del trabajo, que cuelga en una pared. Me presigno ¿Le prometeré una misa? ¿una novena si la hago?
La calle. la calle desde el carro o a pie. Es el mundo que camina, que avanza frente a tus ojos, que nunca se detiene, ni para reír o llorar contigo, sólo avanza. Y avanzo también sobre ella, frente a ella, en ella, soy otra vez la gente sonriente que camina de un lado a otro, ejecutivos, de saco y corbata, secretarias, doctores, ingenieros, asistentes, mecánicos, choferes.... Respiro fuertemente y pienso en esta nueva y rápida otortunidad que he encontrado. Sonrío triunfal. Soy los edificios que brillan, los árboles y plazoletas que parecen cantar felices. Bienvenida, nuevamente al club, María Iribarne periodista.
Una vez frente a la puerta de la oficina donde sería entrevistada, tomo una gran bocanada de aire mmm ¿que abría detrás? ¿se parecerá acaso a mi antigua sala de redacción llena de movimiento y actividad? pero no se oye nada desde aquí... voy a tocar la puerta, pero antes de que levantara la mano, un hombre la abre y me queda mirando. Me hace pasar. Oh Dios mío. Estoy ante una oficina que es casi del tamaño de mi dormitorio... y en ella hay diez escritorios con computadoras alineados de dos en dos como en las escuelas primarias estatales, y en ellos, diez personas trabajando. Sus caras enterradas en las pantallas, e iluminadas por ellas parecen máscaras. Ni levantan la visa para mirarme. El silencio allí es sepulcral.
El entrevistador y jefe de esa empresa está desparramado en su silla, con un cigarrillo en la mano y un encendedor en la otra. Su ambiente es casi una cabina telefónica y su desordenadísimo escritorio parece ocuparse casi todo el espacio. Rápidamente escruto: guías de remisión amontonadas, hojas con diseños publicitarios, llenos de enmiendas y observaciones, clips, lapiceros, oficios, una taza de café a medio beber. Un conocido aviso de alerta sale de su PC... está usando el MSN messenger mmmm
Parece haberme leído la mente, o mi rostro no puede ocultar la desazón que me causó ver tamaña austeridad en ese lugar (escritorios apilados en una ratonera, sin cocina, sin pasillos, sin baños, sin espacio alguno). "Anque usted vea que trabajamos en condiciones bastante sencillas, le aseguro que esta empresa tiene sus réditos y prestigio bien ganado, tenemos clientes en Argentina, Chile, Colombia, Brasil..." En ese momento ya no lo escuchaba. Sólo veía a mi posible empreador haciendo círculos grandes con las manos, apuntando al techo algunas veces y otras hacia sus montones de papeles. Me sentía decepcionada. No me iban a ofrecer mucho seguramente.
De pronto su voz se levanta de nuevo y me hace despertar de mi marasmo "Nuestra meta, nuestro objetivo, es alcanzar el iso 9001 y por eso buscamos profesionales competentes en el área de prensa, para la edición de boletines corporativos empresariales..." Parecía un mandatario dando balconazos, y yo como su único público empecé a atemorizarme. Entonces recordé las palabras - clave, necesitaba recordar algo para calmarme. "Fuerza, ánimo, optimismo"... bueno, quién sabe, de repente esta suerte de chiflado perfeccionista sí tenía algo bueno que ofrecer.
"1.64 dólares por artículo, claro está, sujeto a la aprobación del cliente. Ah y también hay que ver el tema del control de calidad en el trabajo realizado, que por supuesto, incidirá en la tarifa... ¿qué le parece? además nuestra cartera de clientes no es nada despreciable. N0s mandan elaborar unso 20 boletines por mes de cuatro páginas cada uno. Unos 2 artículos por página, tres en algunos casos... "
No lo podía creer. La tarifa era tan pobre como yo lo iría a ser dentro de un par de meses cuando se acabaran mis ahorros. Ni siquiera iba a llegar a los 300 dólares, que es el salario mínimo oficial en este país, es más, ni ese salario mínimo, alcanzaría para pagar los servicios básicos de un hogar cualquiera".
Pero nocesitaba un trabajo, lo que sea, ¿qué hacer? Debía tomar una decisión inmediata. Estaba por balbucir algo cuando el hombre tomó la posta. "Sin embargo, vamos a evaluar su hoja de vida y la llamaremos si se considera que su perfil reúne los requisitos como para formar parte de esta corporación que aspira a alcanzar los máximos estándares de calidad en la información...." otra vez sus brazos hacían dibujos en el aire. El sol estaba furiosamente brillante y la ventana que había tras él era una enorme pantalla que comenzaba a enceguecerme. El hombre era una silueta que comenzaba a ser devorada por ella...
Sí, el sol estaba furioso, su calor comenzaba a aplastar mis espaldas. Ahora la calle ya no parecía el reflejo de la alegría, la fuerza y el optimismo, era un montón de gentes autos y buses, tiendas y comercios centelleantes con sus vidas girando, torciéndose y retorciéndose para sus propios lados, sin mirarme. No lo podía creer, pero por qué no. Yo sé perfectamente que esto podía ocurrir. Ni modo, así es fútbol... en el Perú. Mejor me busco un teléfono público, para llamar por enésima vez a mi ex novio, a ver si en esta sí me contesta...